EVIDENCIA DE LECTURA: EN LA ESCUELA ESPAÑOLA.
NO ES VERDAD* MANIFIESTO PEDAGÓGICO.
Se está generalizando una forma de pensar según la cual en la escuela se enseñan pocos contenidos, se hacen actividades irrelevantes, los niveles de exigencia bajan, los alumnos y alumnas son peores que los de antes, y hay “mucha pedagogía” y poca enseñanza.
No es verdad que en la escuela española predomine un modelo de enseñanza diferente a la tradicional.
La cultura escolar dominante en España sigue basándose en la transmisión directa de contenidos inconexos y no pocas veces, desfasada e irrelevante, en el aprendizaje mecánico y repetitivo, en la educación selectiva y sancionadora y en la prolongación de la jornada escolar de los menores con abundantes deberes y tareas.
No es verdad que en la escuela española hayan bajado los niveles de exigencia.
Los estudiantes fracasan, precisamente, por que el modelo de enseñanza transmisión y tradicional, y no otro, no provoca en ellos un aprendizaje duradero y de calidad.
L a escuela sigue anclada en contenidos y métodos del pasado.
No es verdad que los alumnos y alumnas de ahora sean peores que los demás.
La sociedad manifiesta una cierta actitud hipócrita: se ve reflejada en el espejo de niños, niñas y jóvenes y, a veces, no le gusta lo que ve.
Existen multitud de jóvenes interesados por el medio ambiente e implicados en las organizaciones no gubernamentales, concienciados con los problemas de salud.
No es verdad que los docentes españoles tengan un exceso de formación pedagógica y un déficit de formación en contenido.
Es de justicia reconocer el esfuerzo realizado por los docentes de nuestro país que han intentado dar respuestas a los problemas profesionales de su trabajo a pesar de su insuficiente formación inicial, de la cual, obviamente, no eran responsables.
Se considera necesaria una profunda y urgente forma de la formación inicial del profesorado que asuma, por fin que para enseñar no basta con saber el contenido.
La escuela y la universidad necesitan un cambio.
El cambio que se propone no puede venir de la mano del modelo tradicional, tampoco aplicando políticas neoliberales de mercantilización de lo educativo, ni trasladando a la escuela modelos neotecnológicos y empresariales de planificación y de control de calidad.
Las personas y su educación no son mercancías.
La escuela que necesitamos:
1. Centrada en los estudiantes y en su desarrollo integral.
2. Con contenidos básicos.
3. Con metodologías investigativas que promueven aprendizajes concretos y funcionales.
4. Con recursos didácticos y organizativos modernos y variados.
5. Con formas de evaluación.
6. Con docentes formados e identificados con su profesión.
7. Con un tratado razonable y con profesorado ayudante y en practicas.
8. Con un ambiente acogedor, donde los tiempos, espacios y mobiliario estimulen y respeten.
9. Congestionada con autonomía por toda la comunidad educativa.
10. Auténticamente pública y laica.
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